Lo primero que se detecta es la invisibilización de las niñas al generalizar por lo masculino, argumento que muchas veces es tomado con gracias o explicado como generalización: "Es que cuando decimos niños, nos referimos a niños y niñas!". Entonces podemos decir día de las niñas? y que se entienda que estamos hablando de niños y niñas? No, porque el lenguaje sexista es comunmente utilizado y por ende naturalizado.
Pero la cuestión del lenguaje no es la única a tener en cuenta, sino el mensaje que se transmite al otorgar regalos ese día.
Muñecas rosas para las nenas y autitos azules para los varones son estereotípos que, como sociedad, ya deberían dejarse atrás.
Lo que piden a la familia para ese día más tiene que ver con la publicidad que con sus deseos personales. Un regalo que tienda a despertar su creatividad, que esté relacionado con sus gustos, habilidades y aptitudes es mucho mejor que lo último que vende la televisión, y muchas veces más económico.
Dejar de lado los estereotipos, no solo evita la discriminación, sino que internaliza en niños y niñas el concepto de la igualdad.
Romper con la idea de colores para uno y otro sexo, o con mandatos es una planteo que aún no se logra: regalar únicamente cocinas, bebotes y muñecas para las niñas señala que les esta destinada la tarea de madre y ama de casa. Por lo que juegos de ciencia, de encastre o de tecnología para ambos puede ser una buena opción.
Para lograr mujeres empoderadas y no dependientes es fundamental el concepto que se utilice en la crianza. Y esos estereotipos de regalos refuerzan o cambian la idea que tendrán de adultas.
María José Corvalán
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