Muchas veces quiso hacer la denuncia y buscar ayuda, pero las ocasiones que tomaba coraje para llegar a la comisaria, los mismos policías le decían que pensara bien lo que iba a hacer : "mira que puede ir preso tu marido o vos si estas mintiendo y los niños van a quedar a cuidado de un juez" le advertían.
Zulma paso años sufriendo violencia física, emocional, económica, psicológica, sexual y hasta institucional.
Hace una semana, su hija y ella, decidieron dejar el pequeño departamento que alquilan desde octubre y volver a la casa de la que escaparon por violencia. "Esta casa es de los dos y es un bien matrimonial, pero principalmente es de mis hijos e hija, ¿por qué debemos irnos nosotras?"
Hicieron una reunión familiar para solucionar esta cuestión pero el marido, nuevamente agresivo, se rehúso a abandonar la vivienda familiar.
Zulma, harta de las maniobras de su esposo, se encadenó a su casa buscando ayuda, y aun con la presencia de medios de comunicación y amigas,obtuvo todo lo contrario : la policía le tomó la denuncia a su ex, en el juzgado de familia Nº2 la jueza Viviana Oste la excluyó de su hogar, le dictó restricción de acercamiento y la Secretaría de la mujer del gobierno de San Luis le dijo que no la podía ayudar en nada. "Yo tuve amigas, medios de comunicación que me oyeron, un lugar donde ir a parar y plata para un alquiler; pero que queda para las que están solas?"
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